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Carlos Garaycochea junto a Marcela López Rey en Argentores.

5 de Septiembre del 2011.

Como ocurre el primer lunes de cada vez, se realizó esta semana una nueva entrega del ciclo de humor, conducido por Carlos Garaycochea y Marcela López Rey. Como sabemos, la dupla debía conversar con la actriz Ana María Picchio. Pero, quien fuese protagonista de la película La tregua tuvo un inconveniente personal de último momento....y no pudo concurrir a la entidad. ¿Qué ocurrió, entonces? Rápidos de reflejos, decidieron que Carlos entrevistaría a Marcela, actriz (y autora) con brillo propio y de larga experiencia, al fin.

La intérprete evocó a sus padres, a la influencia de su madre para que fuese actriz, a su primera película (Libertad bajo palabra, en 1961, junto a Lautaro Murúa) y a sus años en México (país al cual llegó contratada por Televisa).

También informó que hizo 45 películas, que trabajó en el país azteca con mitos como El Indio Ferndandez y que guarda especial afecto por el film Los jóvenes viejos. ¿Un director entre tantos? “No podría elegir”, dijo. Sí, en cambio, puntualizó la emoción que le causó en México haber conocido a Luis Buñuel. Más adelante se refirió a su faz autoral, estimando la importancia del rol de un autor en la construcción de una buena historia televisiva, teatral, radial y cinematográfica. Consultada por su actor favorito, no dudó: Marlon Brando. De sí misma, dijo contar con muy buena memoria “para los textos”, pero mala para temas de la vida cotidiana como nombres de personas o números telefónicos. ¿Más gustos personales? Manifestó que su música favorita es la clásica, que el libro al cual vuelve una y otra vez es “Obras completas” de Jorge Luis Borges, que recuerda una obra teatral protagonizada por ella junto a Luis Brandoni y Marta Bianchi, Fiebre de heno, que en materia pictórica le gustaría tener un “Fader” en su casa y que “tener sentido del humor” y “nobleza” son atributos indispensables para lograr su afecto. Más adelante precisó ser “curiosa, solitaria, de pocos y buenos amigos” y elogió con fervor a Tita Merello, “nuestra Bette Davis”.